La afición a la práctica de actividades físicas durante los últimos 30 años, se manifiesta por el aumento constante del número
de practicantes y por la diversificación de las actividades deportivas.
Un hecho evidente es que los aficionados al deporte del Golf crecen constantemente y buena prueba de ello es que en la Comunidad Valenciana y sobre todo en nuestra provincia van aumentando el número de jugadores federados, ya que Alicante constituye una de las provincias de mayor oferta para la práctica de este deporte a nivel nacional, siendo un destino consolidado a nivel europeo, dado que nuestras condiciones meteorológicas habitualmente permiten la práctica deportiva del Golf durante todo el año. No olvidemos que el Golf es el deporte más practicado en el mundo después del fútbol.
Si bien se admiten los efectos beneficiosos del deporte, como son la prevención de enfermedades cardiovasculares, reconocido equilibrio de ciertas enfermedades, sobre todo endocrinas, etc... también hay que considerar que es generador de traumatismos del aparato locomotor, bien agudos (fracturas, esguinces, etc.) ó crónicos, secundarios a microtraumatismos repetitivos ó que no se han tenido en cuenta.
Por ello, el Golf no es un excepción y no puede ser considerado como un deporte inocuo para el aparato locomotor.
Los traumatismos deportivos, que están determinados por unas exigencias especiales de esfuerzo y habilidades son todavía más exigentes en su tratamiento, pues deben conseguir un estado funcional capaz no sólo de realizar esfuerzos y habilidades comunes, si no de
dar rendimientos superiores a los realizables por sus competidores.
Esta exigencia de perfección morfológica y funcional ha determinado la búsqueda de terapéuticas especiales y ha contribuido al desarrollo de esmeradas técnicas. Al mismo tiempo ha aportado el estudio minucioso de las exploraciones clínicas y complementarias para llegar a diagnósticos precisos de las lesiones y al mejor conocimiento de las respuestas fisiopatológicas del organismo a las mismas.
La presión por la excelencia, ó tensión interna que fuerza a la superación del estado actual, es un rasgo de la condición humana que se actualiza directamente a través de la creatividad ó de manera vicariante mediante los distintos aspectos del interés, el aprecio ó la aspiración hacia lo excelente. Cuando esta “presión por la excelencia” supera las posibilidades ó capacidades del deportista pueden aparecer distintos tipos de patología. Así y aunque la mayoría de las lesiones que tienen lugar en el deporte no difieren esencialmente de las que se observan en otro tipo de actividades, las exigencias del paciente-deportista en lo que respecta a la recuperación funcional y a la reanudación de la actividad deportiva son notablemente superiores.
El Golf es un deporte de lanzamiento y para que se hagan una idea, en el gesto técnico de lanzamiento (Swing), intervienen 13 articulaciones y 69 músculos para proyectar la bola con el palo. Se trata de un deporte cuya técnica ha ido evolucionando en el transcurso de los años, desde el siglo XIX hasta la actualidad, así como el material ha progresado mucho con la aparición de nuevos materiales.
Si bien el jugador de fin de semana está poco expuesto a la patología microtraumática, muchos golfistas no consideran este deporte como un mero pasatiempo, si no que buscan la excelencia en sus resultados, como indicaba anteriormente. Para este fin, son necesarias muchas horas de entrenamiento sobre el terreno, pisando el “Putting-green” y siguiendo los recorridos, lo que facilita que las lesiones sean frecuentes. En los jugadores profesionales las regiones más afectadas, son por orden, el carpo y la mano izquierdas, la región lumbar y el hombro izquierdo. En los jugadores amateurs estas regiones son por orden, la región lumbar, el codo, la mano y carpo, el hombro y la rodilla.
Los mecanismos de producción del traumatismo pueden ser: repetición de los swings en el terreno, contacto con elementos distintos de la bola durante el swing, al agacharse, golpes con el propio palo, caídas, fundamentalmente. Es decir, pueden deberse a errores de técnica, de material ó de entrenamiento.
Nos centraremos en la LUMBALGIA, la cual es un cuadro particularmente frecuente en los amateurs pero que también se observa en los profesionales; en el amateur debido a sus defectos técnicos y en el profesional debido a su hipersolicitación. Por ello, sirvan unos consejos y orientaciones para prevenir esta patología:
En Vithas Hospital Internacional Medimar (Alicante) estamos con el deporte y la prevención de las lesiones deportivas, así que mucho cuidado y a disfrutar practicando este deporte.
de practicantes y por la diversificación de las actividades deportivas.
Un hecho evidente es que los aficionados al deporte del Golf crecen constantemente y buena prueba de ello es que en la Comunidad Valenciana y sobre todo en nuestra provincia van aumentando el número de jugadores federados, ya que Alicante constituye una de las provincias de mayor oferta para la práctica de este deporte a nivel nacional, siendo un destino consolidado a nivel europeo, dado que nuestras condiciones meteorológicas habitualmente permiten la práctica deportiva del Golf durante todo el año. No olvidemos que el Golf es el deporte más practicado en el mundo después del fútbol.
Si bien se admiten los efectos beneficiosos del deporte, como son la prevención de enfermedades cardiovasculares, reconocido equilibrio de ciertas enfermedades, sobre todo endocrinas, etc... también hay que considerar que es generador de traumatismos del aparato locomotor, bien agudos (fracturas, esguinces, etc.) ó crónicos, secundarios a microtraumatismos repetitivos ó que no se han tenido en cuenta.
Por ello, el Golf no es un excepción y no puede ser considerado como un deporte inocuo para el aparato locomotor.
Los traumatismos deportivos, que están determinados por unas exigencias especiales de esfuerzo y habilidades son todavía más exigentes en su tratamiento, pues deben conseguir un estado funcional capaz no sólo de realizar esfuerzos y habilidades comunes, si no de
dar rendimientos superiores a los realizables por sus competidores.
Esta exigencia de perfección morfológica y funcional ha determinado la búsqueda de terapéuticas especiales y ha contribuido al desarrollo de esmeradas técnicas. Al mismo tiempo ha aportado el estudio minucioso de las exploraciones clínicas y complementarias para llegar a diagnósticos precisos de las lesiones y al mejor conocimiento de las respuestas fisiopatológicas del organismo a las mismas.
La presión por la excelencia, ó tensión interna que fuerza a la superación del estado actual, es un rasgo de la condición humana que se actualiza directamente a través de la creatividad ó de manera vicariante mediante los distintos aspectos del interés, el aprecio ó la aspiración hacia lo excelente. Cuando esta “presión por la excelencia” supera las posibilidades ó capacidades del deportista pueden aparecer distintos tipos de patología. Así y aunque la mayoría de las lesiones que tienen lugar en el deporte no difieren esencialmente de las que se observan en otro tipo de actividades, las exigencias del paciente-deportista en lo que respecta a la recuperación funcional y a la reanudación de la actividad deportiva son notablemente superiores.
El Golf es un deporte de lanzamiento y para que se hagan una idea, en el gesto técnico de lanzamiento (Swing), intervienen 13 articulaciones y 69 músculos para proyectar la bola con el palo. Se trata de un deporte cuya técnica ha ido evolucionando en el transcurso de los años, desde el siglo XIX hasta la actualidad, así como el material ha progresado mucho con la aparición de nuevos materiales.
Si bien el jugador de fin de semana está poco expuesto a la patología microtraumática, muchos golfistas no consideran este deporte como un mero pasatiempo, si no que buscan la excelencia en sus resultados, como indicaba anteriormente. Para este fin, son necesarias muchas horas de entrenamiento sobre el terreno, pisando el “Putting-green” y siguiendo los recorridos, lo que facilita que las lesiones sean frecuentes. En los jugadores profesionales las regiones más afectadas, son por orden, el carpo y la mano izquierdas, la región lumbar y el hombro izquierdo. En los jugadores amateurs estas regiones son por orden, la región lumbar, el codo, la mano y carpo, el hombro y la rodilla.
Los mecanismos de producción del traumatismo pueden ser: repetición de los swings en el terreno, contacto con elementos distintos de la bola durante el swing, al agacharse, golpes con el propio palo, caídas, fundamentalmente. Es decir, pueden deberse a errores de técnica, de material ó de entrenamiento.
Nos centraremos en la LUMBALGIA, la cual es un cuadro particularmente frecuente en los amateurs pero que también se observa en los profesionales; en el amateur debido a sus defectos técnicos y en el profesional debido a su hipersolicitación. Por ello, sirvan unos consejos y orientaciones para prevenir esta patología:
- Antes de iniciar el recorrido en el primer hoyo, se realizarán ejercicios de calentamiento y estiramiento, así como lanzarán algunas bolas en el terreno de entrenamiento.
- Es preferible elegir recorridos planos, con pocos desniveles.
- El jugador debe aprender a flexionar las rodillas para plantar su “tee” al iniciar cada hoyo ó para recoger su bola en el “green”. El jugador no llevará a cuestas la bolsa de golf si no en un carrito, que preferiblemente arrastrará con ambas manos ó lo empujará; para el jugador señor es muy recomendable el carro eléctrico.
- A veces debe corregirse la postura de lanzamiento proponiendo una posición de los pies más abierta y más estrecha, lo que facilitará la rotación durante el swing. La adopción de un plano de swing más horizontal y el talón izquierdo levantado durante el “backswing”, facilitarán la rotación del tronco durante el swing con el fin de conseguir un “finís” que proteja la charnela lumbosacra, llamado “finisch en I”.
- Si se sujeta el palo con los dedos y no con la palma de la mano, se permitirá que las muñecas actúen mejor y se proporciones una mayor velocidad al palo.
- hay que estimular la flexibilización, fundamentalmente de los hombros, dado que se protegerá la columna frente a una hiperlordosis compensadora durante el “finisch”, al igual que la buena flexibilidad de las caderas protegerá la charnela lumbosacra en el curso del swing.
- Al jugador que presenta una lumbalgia, se le puede aconsejar la utilización de un “putter” largo ó la utilización de una faja lumbar, pero como instrumento de reeducación para la toma de conciencia del movimiento que va a realizar.
En Vithas Hospital Internacional Medimar (Alicante) estamos con el deporte y la prevención de las lesiones deportivas, así que mucho cuidado y a disfrutar practicando este deporte.